Querido amigo, Paz y Bien.
Como cada año, la Navidad ha llegado fiel a su cita. En estos días serán innumerables las veces que nos deseemos paz y felicidad, en un mundo en el que cada vez parece más difícil ser feliz. Feliz Navidad, sí, pero, ¿qué tipo de felicidad?
El año pasado la revista Forbes publicó la lista de los países más felices del planeta basándose en un estudio realizado en 155 países. Aceptando que el concepto de felicidad es siempre discutible, en esta clasificación España ocupa el puesto número 43. Dado que desde Misiones Franciscanas Conventuales nuestro trabajo de promoción social se centra en Colombia, no pude evitar la tentación de mirar qué posición ocupaba este país en la lista.
Confieso mi perplejidad al descubrir que estaba en el puesto 26, es decir, 17 puestos por encima de nuestro país. La pregunta es evidente: ¿cómo es posible que con la situación de violencia, pobreza y miseria que vive Colombia desde hace décadas los colombianos sean más felices que nosotros que vivimos en la teóricamente próspera España?
Fue entonces cuando encontré un paralelismo con el nacimiento de Jesús en Belén, una gran alegría para todo el pueblo, aunque sólo unos pastores fueron los únicos que estuvieron despiertos para escuchar la gran noticia. Y es que hay cosas que sólo la gente sencilla sabe captar, alegrías que solamente los pobres están dispuestos a disfrutar.
En su estudio sobre la felicidad, Forbes pone en evidencia lo que ya se insinúa en el relato de la primera Navidad: los pobres tienen un corazón más abierto que el nuestro, que, aunque viva satisfecho, es difícil que pueda acoger tanta felicidad.
Desde Misiones Franciscanas Conventuales en esta Navidad queremos compartir contigo parte de la felicidad que viven los niños de nuestra misión de Colombia. Gracias a tu generosidad, estamos haciendo posible que cada vez sean más los niños que sonrían en Corozal, Medellín y Bogotá.
Te enviamos la carta de Navidad que con tanta ilusión te ha escrito tu ahijado convencidos de que será un motivo renovado de felicidad. También te presentamos la nueva página web de Misiones Franciscanas (www.misionesfranciscanas.org), en la que podrás asomarte a los proyectos que llevamos adelante en Colombia. Aunque empezamos de manera humilde, con el tiempo esta página quiere ser un instrumento fluido de comunicación e intercambio con todos vosotros.
En nombre de los que trabajamos en Misiones Franciscanas Conventuales, te deseamos una muy feliz Navidad. Que puedas disfrutar de la felicidad de un Dios que está más cerca del pobre y sencillo que de los obsesionados en tener siempre más. Con todo mi afecto,
Fray Juan Cormenzana
Responsable de Misiones Franciscanas Conventuales
Como cada año, la Navidad ha llegado fiel a su cita. En estos días serán innumerables las veces que nos deseemos paz y felicidad, en un mundo en el que cada vez parece más difícil ser feliz. Feliz Navidad, sí, pero, ¿qué tipo de felicidad? El año pasado la revista Forbes publicó la lista de los países más felices del planeta basándose en un estudio realizado en 155 países. Aceptando que el concepto de felicidad es siempre discutible, en esta clasificación España ocupa el puesto número 43. Dado que desde Misiones Franciscanas Conventuales nuestro trabajo de promoción social se centra en Colombia, no pude evitar la tentación de mirar qué posición ocupaba este país en la lista.
Confieso mi perplejidad al descubrir que estaba en el puesto 26, es decir, 17 puestos por encima de nuestro país. La pregunta es evidente: ¿cómo es posible que con la situación de violencia, pobreza y miseria que vive Colombia desde hace décadas los colombianos sean más felices que nosotros que vivimos en la teóricamente próspera España?
Fue entonces cuando encontré un paralelismo con el nacimiento de Jesús en Belén, una gran alegría para todo el pueblo, aunque sólo unos pastores fueron los únicos que estuvieron despiertos para escuchar la gran noticia. Y es que hay cosas que sólo la gente sencilla sabe captar, alegrías que solamente los pobres están dispuestos a disfrutar.
En su estudio sobre la felicidad, Forbes pone en evidencia lo que ya se insinúa en el relato de la primera Navidad: los pobres tienen un corazón más abierto que el nuestro, que, aunque viva satisfecho, es difícil que pueda acoger tanta felicidad.
Desde Misiones Franciscanas Conventuales en esta Navidad queremos compartir contigo parte de la felicidad que viven los niños de nuestra misión de Colombia. Gracias a tu generosidad, estamos haciendo posible que cada vez sean más los niños que sonrían en Corozal, Medellín y Bogotá.
Te enviamos la carta de Navidad que con tanta ilusión te ha escrito tu ahijado convencidos de que será un motivo renovado de felicidad. También te presentamos la nueva página web de Misiones Franciscanas (www.misionesfranciscanas.org), en la que podrás asomarte a los proyectos que llevamos adelante en Colombia. Aunque empezamos de manera humilde, con el tiempo esta página quiere ser un instrumento fluido de comunicación e intercambio con todos vosotros.
En nombre de los que trabajamos en Misiones Franciscanas Conventuales, te deseamos una muy feliz Navidad. Que puedas disfrutar de la felicidad de un Dios que está más cerca del pobre y sencillo que de los obsesionados en tener siempre más. Con todo mi afecto,
Fray Juan Cormenzana
Responsable de Misiones Franciscanas Conventuales
